[dropcap custom_class=»normal»] E [/dropcap]
l pasado 8 de Septiembre fue presentado al Congreso de la Unión el Paquete Económico para el Ejercicio 2016, dentro del cual se incluye el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), mismo que fue elaborado de una forma totalmente “novedosa”, utilizando un relativamente “viejo” procedimiento para elaborar presupuestos, que en el caso particular de la administración pública ya ha sido probado con aparente éxito de inicio en algunos casos, pero también sin éxito en otros.
Derivado del entorno económico actual en donde los ingresos petroleros han sufrido una disminución notable, debido al decremento en el precio internacional del barril de petróleo, aunado a factores como el aumento en las tasas de interés, la depreciación del peso frente al dólar, la repercusión de la problemática económica mundial, entre otros, pues ha hecho necesario el que el gasto en el país deba ser ajustado.
No es necesario ser un experto en economía para poder concluir que ante un entorno donde el ingreso no es suficiente para cubrir el gasto, las alternativas son el endeudamiento, o en el caso de las finanzas públicas, pues aumentar la carga tributaria, o bien, reducir el gasto.
En el caso particular de México, ya la deuda pública está demasiado elevada como para pensar en incrementarla, ya que al valor nominal de la misma habría que agregarle el efecto negativo en el tipo de cambio por la depreciación que nuestra moneda ha sufrido en los últimos meses, lo cual no debe ser menospreciado a pesar de que según datos del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indican que del total de la deuda externa mexicana, sólo el 21.7% de ella está en moneda extranjera y el restante en pesos mexicanos.
Al mes de Junio de 2015, la deuda total mexicana ascendía a la cantidad de 373,631 millones de dólares, un monto que aunque a decir de los expertos es manejable y no es nada para “estresarse”, pues si se ha incrementado de manera notable, ya que actualmente esa cantidad representa el 32.7% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que apenas en el 2006 sólo representaba el 18% del PIB, lo que implica que en apenas 9 años casi se ha duplicado.
Elevar la carga tributaria es algo ilógico, además de que el gobierno federal se ha comprometido a través del famoso Acuerdo de Certidumbre Tributaria, a no incrementar la carga fiscal por lo que resta de la administración actual.
Así que queda el ajuste en gastos, por lo que “….se realizó para 2016 una reingeniería del gasto con un enfoque Base Cero y el fortalecimiento del Presupuesto basado en Resultados con el objetivo de romper con las inercias de gasto generadas en años de altos ingresos petroleros”.
Es así como se elaboró el PEF para el año 2016 con un enfoque a Base Cero, presentándolo como la solución a la problemática derivada de un entorno económico desfavorable, que de acuerdo al Bank Of America, podría llevar a que el gobierno federal reduzca sus gastos en más de un 2% del PIB para el 2016.
El PEF tradicionalmente se ha elaborado tomando como base el del año anterior, por lo que a ese monto sólo se le incrementa un determinado porcentaje, en el que se incluye la inflación del período, y además se consideran cantidades adicionales por proyectos u objetivos nuevos para ese año, pero sin hacerse algún tipo de análisis o evaluación sobre los programas o gastos efectuados para determinar su necesidad o justificación, sino que sólo se limita a cuánto se debe gastar.
En un país como el nuestro, donde la corrupción y el saqueo de las arcas públicas por parte de los funcionarios públicos y políticos es cosa común y corriente (algo natural, podríamos decir, si no acuérdense de aquella famosa declaración de un político, que en el colmo del cinismo y desfachatez, dijo que “un político pobre, era un pobre político!”), aunado a una total falta de transparencia y rendición de cuentas en su gestión, pues es claro que jamás se van a preocupar por un análisis del gasto y a dónde se fue el dinero del presupuesto.
Sin embargo, para el PEF del 2016 nos dicen que por primera vez en la historia de México se ha elaborado a Base Cero, abandonando el método tradicional en su preparación, así que pues en qué consiste el tal Presupuesto Base Cero?…..
Un Presupuesto Base Cero se elabora considerando únicamente los programas y gastos del año en cuestión, sin tomar en cuenta los datos del año anterior, es decir, parte de cero, de ahí su denominación, por lo que con base en lo que se requiere para el año se establece el capital necesario para ello, olvidándose de cuánto fue lo que se erogó al respecto en el año anterior.
En todo el proceso de elaboración de un Presupuesto Base Cero es posible identificar 3 fases o etapas:
1.- Un aspecto administrativo. Es necesario que cada año, cada uno de los gerentes o cada organismo federal justifique con detalle la totalidad de sus necesidades presupuestarias, por lo que se deberá realizar un análisis del porqué se debe gastar y cuál es la mejor alternativa.
Por lo que se deberán preparar Paquetes de Decisión, los cuales se integran con todos los documentos que justifiquen el presupuesto e información necesaria para que los gestores puedan emitir juicios sobre los niveles de programas o actividades y los recursos necesarios, por lo que deberá incluir información sobre los objetivos que se pretenden, medios para alcanzarlos, niveles de financiación, ventajas de cada programa, consecuencias en caso de no llevarlos a cabo, etc.
2.- Un proceso de planeación. La jerarquización de los Paquetes de Decisión permite priorizar las partidas según su relevancia, por lo que los recursos se destinan a las actividades mas necesarias.
3.- Un proceso presupuestario. La asignación de recursos monetarios a las actividades que se han planeado para el año respectivo.
La elaboración de este tipo de presupuestos no es fácil, de hecho es complejo y genera una carga administrativa importante, lo que sin duda ha propiciado, junto a otros factores, el que éste tipo de presupuesto no sea tan común.
Por lo que si con un Presupuesto Base Cero se logra reorientar el gasto público, ya que con base en el análisis y priorización de actividades que se hace en su elaboración, se eliminan programas obsoletos, que no son productivos o innecesarios, y que con ello el gasto se ve eficientado o reducido, pues entonces uno esperaría ver que el PEF para el año 2016 contemplara una cantidad notablemente menor a la considerada para el año 2015, máxime que según los comunicados al respecto, se eliminarán 251 programas de gobierno para el año 2016, además de eliminar 15,825 plazas en la administración pública, de las cuales 7,740 corresponderán a empleados y funcionarios del gobierno, y 8,085 a personal contratado por honorarios y eventuales, con lo cual se ahorraría 7,098 millones de pesos.
Sin embargo, al comparar lo presupuestado para el año 2016, en relación a lo del año 2015, podemos ver que sólo es menor en aproximadamente 135,000 millones de pesos, lo cual apenas representa el 1.9% menos de lo autorizado para el 2015. La diferencia es tan pequeña que si el monto del presupuesto total lo vemos en números cerrados, vemos que tanto para el año 2015, como para el año 2016, el total de gasto es de 4.7 billones de pesos, o sea sin diferencia.
Por lo que entonces, si el gasto presupuestado para el año 2016 es prácticamente el mismo monto que el autorizado para éste año 2015, ahora si alcanzará?….Dicho de otra forma, ahora si se destinarán los recursos para lo que se supone deben ir?….Se supone que bajo un presupuesto a base cero todo rubro de gasto está debidamente justificado y se debe comprobar, por lo que entonces…..Ya no habrá malos manejos por parte de nuestros funcionarios públicos?…Ahora si actuarán con honestidad, con transparencia, rendirán cuentas de su gestión, y todos veremos reflejado en los servicios públicos esos 4.7 billones de pesos (claro descontando salarios, mantenimiento y todos los demás gastos)?
Va a ser así o todo esto del presupuesto base cero es sólo un slogan mediático?